FORMACIONES LIZROA

Experiencias que germinan desde el silencio y florecen en transformación

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CEREMONIA CACAO TRADICIONAL

El cacao nace del corazón de la tierra, en los bosques húmedos de Mesoamérica.
Allí, mucho antes de que llegara a ser conocido en el mundo, las comunidades originarias lo honraban como “la bebida de los dioses” y lo utilizaban en sus rituales como un puente entre lo humano y lo divino.

Para los pueblos mayas y mexicas, el cacao no era una simple planta: era una semilla sagrada, símbolo del alma, del renacimiento y del vínculo con la vida.
Su fruto, envuelto en una cáscara dura y áspera, esconde en su interior un tesoro: granos amargos que, al ser transformados con fuego y cuidado, revelan su dulzura.
Esa metáfora ancestral nos recuerda que la transformación interior también requiere atravesar el fuego de la conciencia para revelar la esencia más pura de nuestro ser.

Durante las ceremonias tradicionales, el cacao era preparado con intención, oración y presencia.
Se ofrecía a la comunidad como una medicina del alma, una forma de abrir el corazón colectivo, sanar la palabra y restaurar la armonía entre los seres humanos y la naturaleza.

Hoy, en Lizroa, seguimos ese mismo llamado ancestral:
honramos el origen, el respeto a la tierra y la sabiduría que se transmite a través de cada semilla.


  • Incluye una ceremonia de Cacao Tradicional de unas 3 o 4 horas de duración.
    Un pequeño tentempié o crema vegetal al terminar

  • En caso de que tengas alguna enfermedad o patología diagnosticada, ponte en contacto con nosotros para poder estudiar tu caso.

  • Cada persona es única y siente el Cacao de una manera. Si tienes dudas , ponte en contacto con nosotros.

  • Una vez que te hayas inscrito, recibirás toda la información, con la dieta recomendada a seguir los días previos y los posteriores y algunas recomendaciones para el día de la toma de Cacao.

ceremonia cacao tradicional 50€

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Ceremonia de Cacao estilo tradicional, Madrid y Ronda

La primera vez que conocí el cacao fue en un viaje en busca de respuestas a México, en el año 2005. Allí tuve la oportunidad de participar en diferentes rituales y ceremonias que me revelaron la profundidad sagrada de esta planta maestra. En los últimos años he podido recuperar y honrar esta alianza con el cacao ceremonial a través de Sumay Cacao, entregándola ahora a los demás como un puente entre la naturaleza y el corazón humano.

El cacao ceremonial no es un cacao cualquiera. Proviene de variedades puras, cultivadas con respeto por comunidades que conservan los métodos ancestrales de fermentación y secado. Su diferencia esencial está en que contiene alrededor de un 40 % de manteca de cacao natural, lo que conserva sus principios activos y su energía vital intactos. Este alto contenido graso permite que los flavonoides, la teobromina, el magnesio y otros minerales actúen de forma más profunda en el cuerpo, estimulando la circulación, aportando energía suave y sostenida, y generando una sensación de apertura emocional y bienestar interior.

A nivel espiritual, el cacao despierta la memoria original del corazón: la vibración del amor en su estado más puro. Actúa como un recordatorio vivo de nuestra conexión con la Tierra, ayudando a liberar emociones bloqueadas, a reconciliar el alma con la alegría y a abrirnos al entendimiento de lo que realmente somos.

La preparación para cualquier ceremonia tradicional con plantas sagradas es esencial. Durante los días previos se recomienda una alimentación ligera, basada en vegetales, frutas, infusiones y cereales suaves, evitando el consumo de carne, alcohol o alimentos procesados que puedan alterar la frecuencia energética del cuerpo. La víspera de la ceremonia realizamos un ayuno de unas 12 horas, permitiendo que el cuerpo y la mente lleguen limpios y receptivos a la “medicina” del cacao.

El desarrollo de la ceremonia es un encuentro íntimo y profundo. Se combinan rezos, cantos tradicionales, sahumerios y perfumes que acompañan el proceso de apertura y limpieza energética. En un entorno seguro y cuidado, la ceremonia , de unas tres o cuatro horas de duración, se convierte en un viaje hacia dentro, un regreso al corazón, donde el cacao actúa como guía para escuchar la verdad interior: Amor, Consciencia y Unidad.

Porque cuando el corazón se abre, la semilla despierta.
Y cuando la semilla despierta, todo florece.

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Ceremonia cacao tradicional Madrid
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